* Recordaba en estos días que el año pasado escribí sobre la escasez de leche a nivel mundial y recibí insultos por ello de parte de fanáticos antichavistas. Luego les demostré con contundencia las reseñas sobre este caso que se hacían en varios continentes y estos fanáticos INSISTIERON en que no, que la escasez era solamente aquí y era culpa de Chávez. Punto. Fin de la discusión.
Igualmente ocurre ahora con la crisis financiera mundial, me pregunto: ¿que diría la asidua comentarista María, supuestamente española, quien predijo en varios comentarios en este blog que en Venezuela iban a suceder desastres por sus medidas políticas, económicas y sociales, sobre el DESASTRE financiero que está sucediendo A NIVEL MUNDIAL gracias a ese sistema capitalista demoledoramente destructivo, caníbal e injusto? ¿Qué dirá de los serios problemas que confronta por ejemplo España con sus cientos de miles de desempleados botados a la calle?
Nuevamente la estrecha mentalidad localista de los antichavistas radicales, llevada por sus guionistas los irresponsables medios de comunicación privados de oposición, no comprende que el problema es mundial sino que identifican la cosa como que “sólo ocurre aquí y gracias a Chávez” y en función a eso reaccionan, escriben y hablan.
* La semana pasada algún pendejo dijo que no consiguió gasolina en una estación de servicio, un canal de estos chillones repitió el comentario y lo dramatizó y acto seguido se formaron largas colas en varias de estas estaciones agotando, por supuesto, más rápido de lo normal el combustible asignado a cada estación. Lo mismo sucedió con un sismo. El enfermo violento director de Globovision (principal canal del antichavismo) Alberto Ravell se asustó con el temblor y prendió el televisor EXIGIENDO, como buen autoritario que es, que le informaran DE INMEDIATO los detalles del sismo, como no fue así, debido al normal tiempo de comprobación y corroboración de datos que la principal institución encargada de estos eventos debe tomarse antes de dar una información oficial, entonces consultó una agencia de USA (la cual toma los datos de los instrumentos venezolanos) y luego llamó a su propio canal a gritar en el aire, como un enajenado, que “el gobierno” era incapaz de informar sobre algo tan delicado como un sismo a la población y que “tuvo que consultar una agencia de los Estados Unidos” (olvidó mencionar la diferencia horaria) para saber qué estaba pasando.
Esa declaración desgañitada de Ravell y luego las repeticiones que hicieron durante la semana produjeron pánico entre su audiencia, ataques de ansiedad y demás reacciones las cuales quedaron evidenciadas en montones de llamadas nerviosas y mensajes que enviaron muchas personas tanto a Globovision como a otros medios hasta que tuvo que salir el director de FUNVISIS (Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas), a desmentir que hubiera ocurrido otro evento sísmico, a calmar a la gente y a pedirles que no le creyeran tanto a ese canal sembrador de terror.
* Es apenas una entre cientos casi miles de manipulaciones, distorsiones, mentiras y difamaciones que ha protagonizado ese canal impunemente todos estos años. Ahora que finalmente pareciera que el gobierno va a tomar alguna medida para tratar de evitar que los usuarios de ese medio sigan siendo víctimas de tan sostenida campaña de miedo, entonces saltan los argumentistas de siempre y los defensores de la libertad de expresión a decir que esa amenaza es por ser “críticos del gobierno” sin mencionar, ¡oh inocencia!, todos los crímenes comunicacionales y atentados a la tranquilidad de la población que ha perpetrado ese canal.
En Venezuela los medios privados de Radio, TV y prensa escrita son muchísimo más numerosos que los medios estatales o comunitarios. El porcentaje de esos medios privados que están en contra del gobierno o son antichavistas raya en el 98% y todos los días escriben y declaran en contra de Chávez y su equipo y sus medidas, diciendo muchas verdades pero también un montó de mentiras y deformaciones y sin embargo NO LES PASA NADA, no les ocurre nada mientras sean sólo críticas, que bien válidas son y están garantizadas hasta constitucionalmente, sin embargo, cuando de la crítica se pasa a la campaña de amedrentamiento, al azuzamiento a la violencia, a la difamación irresponsable y hasta a los llamados a desconocer la ley y desestabilizar, entonces ya estamos en presencia de delincuentes y por lo tanto deben ser tratados como tales.
Igualmente ocurre ahora con la crisis financiera mundial, me pregunto: ¿que diría la asidua comentarista María, supuestamente española, quien predijo en varios comentarios en este blog que en Venezuela iban a suceder desastres por sus medidas políticas, económicas y sociales, sobre el DESASTRE financiero que está sucediendo A NIVEL MUNDIAL gracias a ese sistema capitalista demoledoramente destructivo, caníbal e injusto? ¿Qué dirá de los serios problemas que confronta por ejemplo España con sus cientos de miles de desempleados botados a la calle?
Nuevamente la estrecha mentalidad localista de los antichavistas radicales, llevada por sus guionistas los irresponsables medios de comunicación privados de oposición, no comprende que el problema es mundial sino que identifican la cosa como que “sólo ocurre aquí y gracias a Chávez” y en función a eso reaccionan, escriben y hablan.
* La semana pasada algún pendejo dijo que no consiguió gasolina en una estación de servicio, un canal de estos chillones repitió el comentario y lo dramatizó y acto seguido se formaron largas colas en varias de estas estaciones agotando, por supuesto, más rápido de lo normal el combustible asignado a cada estación. Lo mismo sucedió con un sismo. El enfermo violento director de Globovision (principal canal del antichavismo) Alberto Ravell se asustó con el temblor y prendió el televisor EXIGIENDO, como buen autoritario que es, que le informaran DE INMEDIATO los detalles del sismo, como no fue así, debido al normal tiempo de comprobación y corroboración de datos que la principal institución encargada de estos eventos debe tomarse antes de dar una información oficial, entonces consultó una agencia de USA (la cual toma los datos de los instrumentos venezolanos) y luego llamó a su propio canal a gritar en el aire, como un enajenado, que “el gobierno” era incapaz de informar sobre algo tan delicado como un sismo a la población y que “tuvo que consultar una agencia de los Estados Unidos” (olvidó mencionar la diferencia horaria) para saber qué estaba pasando.
Esa declaración desgañitada de Ravell y luego las repeticiones que hicieron durante la semana produjeron pánico entre su audiencia, ataques de ansiedad y demás reacciones las cuales quedaron evidenciadas en montones de llamadas nerviosas y mensajes que enviaron muchas personas tanto a Globovision como a otros medios hasta que tuvo que salir el director de FUNVISIS (Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas), a desmentir que hubiera ocurrido otro evento sísmico, a calmar a la gente y a pedirles que no le creyeran tanto a ese canal sembrador de terror.
* Es apenas una entre cientos casi miles de manipulaciones, distorsiones, mentiras y difamaciones que ha protagonizado ese canal impunemente todos estos años. Ahora que finalmente pareciera que el gobierno va a tomar alguna medida para tratar de evitar que los usuarios de ese medio sigan siendo víctimas de tan sostenida campaña de miedo, entonces saltan los argumentistas de siempre y los defensores de la libertad de expresión a decir que esa amenaza es por ser “críticos del gobierno” sin mencionar, ¡oh inocencia!, todos los crímenes comunicacionales y atentados a la tranquilidad de la población que ha perpetrado ese canal.
En Venezuela los medios privados de Radio, TV y prensa escrita son muchísimo más numerosos que los medios estatales o comunitarios. El porcentaje de esos medios privados que están en contra del gobierno o son antichavistas raya en el 98% y todos los días escriben y declaran en contra de Chávez y su equipo y sus medidas, diciendo muchas verdades pero también un montó de mentiras y deformaciones y sin embargo NO LES PASA NADA, no les ocurre nada mientras sean sólo críticas, que bien válidas son y están garantizadas hasta constitucionalmente, sin embargo, cuando de la crítica se pasa a la campaña de amedrentamiento, al azuzamiento a la violencia, a la difamación irresponsable y hasta a los llamados a desconocer la ley y desestabilizar, entonces ya estamos en presencia de delincuentes y por lo tanto deben ser tratados como tales.
