La renovación o no de la concesión para la utilización del espacio radioeléctrico es una atribución del estado venezolano (así como lo es en muchísimos países en el mundo), debido a que el espacio radioeléctrico es un patrimonio de la nación y no de grupos privados o particulares.
En tal sentido una vez vencido el tiempo de vigencia de la concesión otorgada, el estado tiene la opción de renovarla al mismo grupo comercial o de ciudadanos que venía usándola o de no renovarla y otorgársela a cualquier otro grupo o incluso reservarla para el uso del mismo estado.
Eso, sin mayores complicaciones, fue lo que sucedió, el grupo 1BC luego de tener 53 años utilizando la señal del Canal 2 con su empresa RCTV llegó al vencimiento de su concesión y el estado tomó la opción de no renovársela y otorgársela en cambio a otro grupo de ciudadanos para la utilización del espacio como un canal de servicio público.
El grupo 1BC participó en forma pública y notoria en la promoción, apoyo mediático y quien sabe cuales otros tipos de apoyos en el montaje y ejecución de un golpe de estado en contra del actual grupo gobernante en el año 2002 (es decir, no fue un actor que sólo amenazara sino que actuó y logró) y posteriormente prestaron también grandes espacios y ayuda mediática para la realización de un paro empresarial cuyo objetivo era destruir al país hasta que en algún momento renunciara el presidente por dicha presión.
Adicionalmente la empresa RCTV violó en forma repetida desde hace mucho más tiempo que el año 1998, la ley de telecomunicaciones y la ley Resorte actual, siendo un canal promotor de anti valores, chabacanería, pornografía, sexismo, violencia, consumismo desbordado, etcétera.
No obstante dichos agravantes públicos y notorios y además soportados por una serie de oficios que descansan en los tribunales interpuestos en contra de este canal, el estado, por ley, no requiere de ninguna justificación jurídica para decidir sobre el otorgamiento de concesiones para el uso del espacio radio.
Por ello es que no debería ser tan complicado de entender ni caer en semánticas retrucadas que lo que se hizo fue No renovarle la concesión a este canal, por lo demás con un historial bastante pernicioso.
La empresa 1BC de todas maneras sigue teniendo un jugosísimo negocio con la producción de novelas y unitarios para exportación y ahora van a tener un gran espacio de difusión a través del sistema satelital y seguramente más adelante a través del cable, por donde seguirán manteniendo casi intacta su programación anterior.
Los equipos que ahora utiliza Teves sólo sirven para transmisión en señal abierta del canal 2, son inútiles para la transmisión en otra frecuencia y mucho menos para el régimen satelital o por fibra óptica. En tal sentido, la adquisición o apropiación de estos equipos era un paso natural para asegurar la operatividad del nuevo canal y además la ley prevé una negociación y compra de dichos equipos por parte del estado lo cual seguramente será otro excelente negocio para 1BC quienes agradecerán, muy puertas adentro, poder salir de esos equipos que ahora le son inútiles, a través de una transacción comercial que les lleve más dinero a sus arcas.
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